Estancia La Emma

Año 2016. El establecimiento tenía una producción intensificada con el paquete de herramientas convencional : Agricultura y engorde a corral.  La carga era alta en comparación a la zona, y los índices productivos eran buenos.

La composición del pastizal era de una alto porcentaje de especies anuales (gaudinia, raygrass), algunas perennes de baja calidad, las leguminosas estaban ausentes.

El principal desafío de este establecimiento era mejorar su recurso forrajero y reducir su dependencia de insumos y su huella ambiental en simultáneo. En segundo lugar, la intención era de mantener los índices productivos.

Izquierda : Año 2016 – Derecha : Año 2020

Luego de 5 años de manejo, en La Emma se puede ver un cambio profundo en los índices productivos, ambientales y sociales del establecimiento.

A pesar de haber comenzado con una carga de aproximadamente el doble que la zona, pudieron aumentar otro 50% su producción, al mismo tiempo que redujeron drásticamente sus insumos. La producción individual de los animales mejoró notablemente, y los índices de preñez se mantuvieron por encima del 90%.

El cambio en la composición del pastizal es notable, se pobló de leguminosas, y las especies anuales están dando lugar a las perennes deseadas. La transición de los lotes agrícolas a ganaderos ha sido satisfactoria, sin haber sembrado están apareciendo las especies perennes deseadas.

En estos años de aprendizaje lograron involucrar y hacer protagonistas a todo el equipo del campo, y encaminar un paisaje prospero para las generaciones venideras.

La Emma logró completar el ciclo a pasto y vende directamente a los consumidores a través de una marca propia. Hoy la diferencia entre este campo y sus vecinos es de 3 a 1, con un negocio estable, resiliente y con total confianza en el futuro.

Resultados económicos de La Emma con respecto a la zona.

Diferencias en la estructura y color de suelo luego de 4 años de manejo. La Emma a la izquierda